Desvanecerse, esfumarse, como si nada hubiera pasado.

Tengo miedo, mucho miedo, pero es inevitable tenerlo..
Ese miedo por saber que todo ese castillo de arena, construído con tanto sudor, con tanto tiempo, se va desvaneciendo poco a poco, ... Quizás es la distancia, pues no siempre puedo estar pendiente de él, ya que yo vivo en un pueblo,y el castillo está en la playa, aunque la razón principal pienso que es el viento, ese viento frío que sopla tan fuerte, y que lo va rompiendo en pedazos cada vez más grandes...
Se me abre un profundo agujero en el corazón cuando a veces voy a ver cómo está, y sólo queda parte de él. 
Tristeza al pensar que el castillo tampoco se defendió sólo, que se dejó llevar, que no luchó por seguir ahí.
Pero eso no quiere decir que deje de ir a ver qué fue de ése castillo, porque como todo cimiento echado, ya sea sobre cielo, mar o tierra, siempre quedan huellas, rastros, esos rastros a los que nosotros llamamos recuerdos.